Como es tradicional, cuando llega el mes de noviembre, conmemoración de los Fieles Difuntos, María Santísima de la Trinidad se viste de luto. Con saya de terciopelo negro y el manto brocado dorado sobre negro, tocado de blonda de encaje color beige, porta diadema dorada y luce además cinturilla bordada en oro.
Este atavío se mantendrá hasta el mes de diciembre donde vestirá los colores blanco y azul alusivos a la Fiestas de la Inmaculada Concepción y del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Nuestro Señor también viste túnica morada penitencial acorde con este tiempo.
Conmemoramos a los fieles difuntos y oramos para que sus almas se encuentren ante la luz de Cristo, Nuestro Señor.
Edita: La Junta de Gobierno.
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