domingo, 7 de diciembre de 2014

MARÍA SANTÍSIMA DE LA TRINIDAD ATAVIADA PARA LA FESTIVIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA



Venerable, Devota y Fervorosa Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Vulgo de Medinaceli) y María Santísima de la Trinidad

Con motivo de la Festividad de la Inmaculada, junto con la llegada del Adviento, María Santísima de la Trinidad, una vez más, ha sido ataviada para la ocasión.

Con la llegada del Adviento abrimos el Año Litúrgico, tiempo de Esperanza para la llegada de nuestro Señor, El Salvador. Estamos en tiempo de espera de la Navidad y Nuestras Imágenes Marianas toman un cambio importante en sus formas de vestir, y pasan del riguroso luto del mes de los Difuntos al azul Inmaculado  por el Nacimiento de Jesús. 

         Cada tiempo litúrgico es un paso más hacia nuestra incorporación total en la Pascua del Señor. Esta es la perspectiva inicial que nos brinda la Palabra de Dios durante las primeras semanas del adviento, dando continuidad a la que nos ofrecían los últimos días del mes de noviembre: “estar preparados para el momento en que el mundo recibirá la última venida del Señor”.

         María es la figura clave del Adviento, que puede considerarse como un “tiempo mariano”. María, desde su sencillez y su pobreza, preparó su seno como huerto donde Dios pudiera sembrar la salvación del mundo. María preparó con su vida la primera Navidad, pobre y desplazada, pero siempre alegre y optimista. María preparó su  corazón para guardar lo incomprensible hasta aprender que,  además de Madre, debía convertirse en discípula.

         Nuestra Señora María Stma. de la Trinidad cambia su manto negro brocado oro  por otro de color  azul Inmaculado, luce saya de damasco blanco y completa su tocado con tela de raso blanco. Resplandece cinturilla y corona plateada. En el pecherín tiene un broche de plata con su nombre “TRINIDAD”.






Edita: Junta de Gobierno.

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